Durante la segunda vuelta electoral celebrada el 20 de agosto para decidir quién será el nuevo presidente de Guatemala, el más votado fue el político progresista Bernardo Arévalo.
De acuerdo con los datos preliminares publicados por el Tribunal Supremo Electoral, revelados con el 99,7% de las mesas escrutadas, Arévalo logró el 58,09% de los votos, por encima del 37,15% de su contrincante Sandra Torres.
Los resultados fueron sorpresivos ya que, en la primera vuelta celebrada el 25 de junio, Arévalo consiguió el 11,8%, por detrás de Torres, que logró el 16%.
«Gracias porque este triunfo no es nuestro, es de ustedes. Está victoria es del pueblo de Guatemala y unidos lucharemos contra la corrupción», expresó el nuevo presidente en una rueda de prensa tras conocerse los resultados de las elecciones.
Arévalo tomará posesión el 14 de enero de 2024. El político de 64 años es diplomático, sociólogo y escritor. Nació en Uruguay y es hijo del expresidente de Guatemala Juan José Arévalo Bermejo, quien gobernó entre 1945 a 1951.
Antes de saltar a la vida política, Arévalo era conocido como un académico dedicado a escribir libros y artículos sobre las relaciones cívico-militares y seguridad.
Durante la década de 1980 trabajó como diplomático en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Fue viceministro de Relaciones Exteriores entre 1994 y 1995, y embajador de Guatemala en España de 1995 a 1996.
También fue electo diputado del Congreso en 2020.
El 22 de enero de 2023, Arévalo fue proclamado como candidato presidencial del Movimiento Semilla, junto a la química bióloga Karin Herrera como candidata a la vicepresidencia.
Durante su campaña se centró a proponer planes contra la corrupción e inseguridad, la generación de empleo y promover políticas para combatir el cambio climático.
El presidente, durante su campaña, declaró a la Voz de América que de ganar las elecciones buscaría entablar con Estados Unidos una relación “colaborativa y natural” a través del respeto mutuo y de los principios de colaboración internacional y soberanía.
“Estados Unidos es nuestro principal socio comercial y ya solo ahí hay un enorme espacio de trabajo y colaboración, tanto en términos comerciales, como en términos de inversión que tenemos que buscar”, expresó.
El académico mantuvo la templanza cuando en julio pasado, durante una entrevista radiofónica, pretendieron incomodarle porque aparecía en unas fotos distribuidas en las redes sociales en las que se le veía asistiendo a una boda LGBTI.
«Sí, claro, son fotos donde yo participé en esa boda en Ciudad de México», respondió con total serenidad ante los micrófonos. «Es mi hija la que se estaba casando. Y entonces yo la llevé al altar. Es mi hija y mi familia», replicó.
📷 El Tiempo
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